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Algo de perspectiva:

Evidentemente este dominio del mercado ha atraído la atención de la autoridades que regulan la competencia económica, en especial en Europa, que están buscando una forma de contener el poder de esta compañía. También son el blanco preferido de los políticamente inmaculados, que los consideran responsables de la transformación urbana de San Francisco y el desplazamiento de los pobladores de menores ingresos, en la llamada gentrificación (horrenda palabra no aceptada todavía por la Real Academia). Y la excesiva creatividad de Google en reducir su carga fiscal, los tiene en la mira de varios gobiernos agobiados por la austeridad vigente.

Segundo Acto: ¿Quién le teme al Google feroz?

A pesar de este dominio de mercado, Google siempre ha predicado ante admiradores y detractores que tienen que vivir en un estado de constante paranoia y que la competencia se encuentra a un click de distancia. Evidentemente los escépticos fruncen el ceño ante estas aseveraciones, y solo sirve para que eleven sus peticiones de colgar a Google de una cuerda y una investigación antimonopolio. No necesariamente en ese orden.

Pero el último reporte financiero de Google muestra que no todo es felicidad al interior del Googleplex, y desde entonces se ven mucho rostros adustos por esos pagos. ¿Qué pasó para que haya tanto gruñón en Google?:

Y como cereza en el pastel, el NY Times publicó un magnífico reportaje de su analista tecnológico Farhaad Manjoo, en el que se asegura que Google está en riesgo de convertirse en irrelevante. Con un impecable análisis, que muestra que las transiciones tecnológicas tratan mal a los líderes, Manjoo llega a la comparación odiosa: Google va en el camino de ser el nuevo Microsoft. 

Si recordamos que Google siempre fue concebido como el "anti-Microsoft", esa comparación en el medio más leído de occidente, explica los malos humores en el Googleplex.

¿Se hace de noche en Google?

¿En realidad estamos ante la decadencia de Google? ¿Estamos viviendo una nueva transición tecnológica? Aparentemente la respuesta a ambas preguntas es rotundamente afirmativa y la consecuencia es que una empresa dinámica, va a transformar en un corporativo alérgico a la innovación y al riesgo. El principal problema de Google no es parecerse a Microsoft, sino que más bien veo semejanza a IBM.

Jony Ive se quedó con la estafeta... y el espíritu

Esta semana la revista New Yorker dedica un largo reportaje  a Jony Ive, el diseñador en jefe de Apple y de alguna forma hermano espiritual de Steve Jobs.  En la víspera del lanzamiento comercial del reloj iWatch, se ofrece al lector una visión de lo que ocurre tras bambalinas en Apple, la feroz lucha territorial que se dio a la muerte de Jobs, y finalmente como Jony Ive, el genial diseñador industrial responsable de la imagen de Apple, obtuvo el liderazgo de la compañía. Más que una historia de intriga palaciega, se trata de una estimulante historia espiritual y de que forma la herencia de Jobs sigue vigente, a través del que consideró su mejor amigo. Esta nota fue la comidilla de la blogosfera y la tuitosfera durante esta semana.

Si alguien piensa que estoy siendo cursi, lo invito a que lea este reportaje que narra las peripecias y el despilfarro en que ha incurrido Samsung, buscando copiar el "diseño Apple". Cheques millonarios repartidos sin reparo a múltiples despachos de diseñadores occidentales, que han visto sus ideas ser diluidas por una rígida y jerárquica cultura empresarial basada en los principios de Confucio. I rest my case, pero señores de Samsung, sin duda Vacuus Finium Galactic Enterprises está en posición de recibir un cheque y ayudarlos en su heroica gesta. Créanme que no lo hago peor que ustedes.

¿Made in China=Espía incluído sin costo?

• Una vez más mi felicitaciones a esos astutos compradores de productos made in China, que no solo ahorraron mucho dinero sino que obtuvieron espionaje gratuito. No dejen de compartir cuando reciban el reconocimiento de sus respectivas organizaciones. No puedo concebir que esa visión de negocio no reciba su merecida recompensa.
• ¿Qué necesita ocurrir para que las compañías tecnológicas chinas reciban la más enérgica repulsa por parte de las organizaciones occidentales? ¿Cuántos espías se necesitan descubrir antes de que los mandemos al diablo? ¿La respuesta está en el viento?

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