Ya he comentado la ligereza de principios de Twitter, al crear tecnología que permite censurar el contenido de los mensajes en determinados países, de acuerdo a la solicitud de los respectivos gobiernos. El día de hoy parece que el "honor"de estrenar esta tecnología le va a corresponder a Brasil, quien con esta medida demuestra que hay repúblicas que aunque se vistan de potencias emergentes, bananeras se quedan.

De acuerdo a lo que trasciende, en Sao Paolo se está buscando generar una orden legal para prohibir los mensajes de Twitter que alertan sobre la posición de radares detectores de vehículos a alta velocidad y los puntos de revisión de conductores para encontrar a los que traen una caipiriña de más en el flujo sanguíneo. Aunque todavía no se genera el mandato judicial directo, la amenaza de una multa de casi trescientos mil dólares diarios unida a la postura de debilidad de Twitter hacen suponer que realmente es una cuestión de trámite. Algunas reflexiones:

De manera casi simultánea se produce otro hecho en el que está involucrado indirectamente Twitter, que hace pensar que tal vez hay ciertos países que se merecen no poder usar esta plataforma. En una nota que verdaderamente enfría la sangre, se da a conocer que este fin de semana que Malasia va a deportar a Arabia Saudita a un periodista de esa nacionalidad, que cometió el desliz de hacer un par de twits en los que habló mal del profeta Mahoma, y estos hechos lamentablemente se castigan en esas latitudes con la pena de muerte. El contenido de los mensajes no se conoce, ya que su autor los borró aunque evidentemente no lo hizo con la velocidad suficiente para evitar que los clérigos árabes, sedientos de buscar herejes, los leyeran y pidieran su condena. 

Aunque el desafortunado periodista huyo a Malasia, no tuvo suerte ya que en ese país el Islam es la religión dominante y hay una larga tradición de cooperar con Arabia Saudita, por lo que procedió una extradición express que ignoró el hecho que en Malasia la blasfemia no es delito y mucho menos se castiga con la pena capital. Como comentario al margen, la casa real saudí está entre los principales inversionistas de Twitter.

Postdata I Hablando de democracias, Irán se cierra a Internet

Desde hace ya varios días, el gobierno iraní impide que sus ciudadanos utilicen las páginas del motor de búsqueda Google y también que accedan a sus cuentas de correo en Gmail o Hotmail. Por supuesto las páginas en Internet de los medios de comunicación occidentales, son inaccesibles desde Irán, ya que las considera hostiles al gobierno humanista de esa nación,  convencidos que la mejor forma de llevar el bienestar a su población es dotar a sus habitantes de un arsenal nuclear. En descargo de los iraníes podemos decir que por lo menos ellos son honestos y no andan con medias tintas como los brasileños.