Vacuus Finium: El inexistente mundo de caramelo de Michael Dell

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Dos premisas de reflexión:

Steve Jobs definió a Michael Dell como "una persona sin clase".
Durante la época más negra de Apple, Michael Dell de forma pública recomendó la desaparición de esta empresa y que lo más lógico era regresarle el dinero a los accionistas.

Con estos antecedentes no es extraño que ayer, durante un día de gloria de Apple, Michael Dell buscara robar espacio mediático con una entrevista con Bloomberg, que utilizó para intentar para disminuir el entusiasmo sobre la nueva Ipad y declarar que de acuerdo a sus estudios, hay un mercado "ansioso" por una tablet con Windows que tenga capacidad de ejecutar las aplicaciones Windows actuales. Creo que Michael Dell está profundamente equivocado y que no solo el mercado para una Tablet Windows es intrascendente, sino que realmente sí son inteligentes se van a evitar la pena de ser humillados de forma pública por la Ipad. Algunos hechos y reflexiones:

Mientras Microsoft se dedica a terminar su producto y tiene una fecha prometida de lanzamiento muy difusa, Apple está vendiendo al menos un millón de Ipads a la semana. En los mercados tecnológicos la base instalada lo es todo y literalmente Microsoft y sus asociados están perdiendo espacio cada segundo. Los millones de compradores de Ipad mandan un mensaje contundente: su decisión no está influenciada por Microsoft. De hecho existimos algunos para que los de hecho el atractivo de comprar una Ipad consiste justamente en que es la antípoda de Microsoft y el ambiente Windows. Uno de los orgullos de Vacuus Finium es que es un ambiente "Microsoft Free" y no veo ninguna tendencia que me haga cambiar esta decisión. Bueno si pagan bien por usar una de sus tablets y permiten tenerla oculta a los ojos del mundo, podemos platicar, aunque no prometo un acuerdo.
Más allá de las intenciones de Microsoft de tener una presencia en el mercado de tablets, en el fondo existe un grave problema tecnológico y estratégico que impide que Windows sea una alternativa y el dilema es simple: Windows es un sistema operativo pensado para computadoras personales y tiene una muy pesada carga con la compatibilidad con versiones pasadas. Si se aferra a respetar su pasado, el único dispositivo que soporta Windows es una laptop con procesador Intel. Si ignora su pasado Microsoft se enfrenta a la competencia, no exactamente su fortaleza.
Los hechos contradicen a Michael Dell, ya que viendo la letra pequeña existen tres versiones de Windows 8 :

La versión estándar para computadoras personales, con soporte a pantallas táctiles y algún tipo de tablet por definir. Esta tablet va a estar más cercana a una laptop con pantalla táctil que a una verdadera tablet.
La versión para teléfonos inteligentes.
Una versión para Tablets con procesadores ARM, totalmente incompatible con las aplicaciones Windows actuales. Esta versión no existe por masoquismo, hay una decisión de arquitectura tecnológica ineludible. Por cierto Dell Computer no participa en este mercado de acuerdo a la información disponible en este momento.

Más allá de los problemas técnicos, en el fondo las tablets implican una disrupción en el modelo de negocio de Microsoft. Una de las principales fuentes de ingreso de Microsoft está en la venta de sistemas operativos, que son licenciados a los fabricantes de hardware. Esta licencia es el boleto de entrada para entrar al estandarizado mundo de computadoras Windows/Intel y cualquier fabricante tiene que aceptar este costo, o quedar fuera. En este mercado Microsoft es un monopolio y ejerce sus "prerrogativas" sin el menor asomo de piedad o remordimientos.
Microsoft no es, ni remotamente, el estándar para tablets y adicionalmente compite con la licencia de Android que es gratuita. Microsoft existe para cobrar una licencia por sistema operativo y su modelo de negocio es imposible sin este ingreso. Sin ese ingreso, adiós experimentos con Xbox, Kinect o Bing.
Los fabricantes de hardware tienen graves presiones para competir con la estructura de costos de Apple y la razón es sencilla: al dividirse un mercado nadie alcanza las economías de escala de Apple. Para poner un ejemplo Apple negocia la compra de 50 millones de pantallas táctiles, cifra impensable para los múltiples asociados de Microsoft. Simplemente en este punto termina cualquier posible desafío por el liderazgo tecnológico.
El principal socio de negocio de Microsoft es Hewlett-Packard, quien tiene en su haber un fracaso de dimensiones históricas en el mercado de tablets. Sí fuera mi responsabilidad, con esos aliados yo no dormiría tranquilo. El fracaso de la HP Touchpad probablemente sea la página más negra del brillante historial de HP.
A su presión de costos, los posibles fabricantes de tablets Windows tienen que agregar el potencial costo de la licencia de Windows. Si el punto de comparación es la licencia gratuita de Android, cualquier comparación es difícil y como parámetro de calidad es bueno saber que una licencia de Windows para computadora personal cuesta varias decenas de dólares.
De forma inteligente, Microsoft ha estado difundiendo la idea que Ipad no es seguro para los ambientes corporativos, lo cual no resiste el primer análisis. Le recuerdo a Microsoft su indiscutible campeonato mundial de vulnerabilidad a los virus informáticos y la insoportable sucesión de actualizaciones para subsanar defectos que ocurren cada martes.
No hay que ignorar que adicionalmente Microsoft tiene el reto de desarrollar un ecosistema que pueda competir con Itunes. Sí consideramos el fracaso del reproductor musical Zune, solo queda desearles mucha suerte.

Es entendible que los fabricantes que participan en el mercado Windows/Intel o en el de tablets Android estén verdes de envidia ante la contundencia del liderazgo de Ipad. La realidad es que hoy en día no se ven los elementos que puedan cambiar esta situación y de acuerdo a los análisis de JP Morgan, todos los indicios indican que las tablets Windows están muertas antes de su lanzamiento. Como de costumbre Steve Jobs fue muy certero en su análisis.

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