¿Es mi imaginación o se respira un pesimismo en el ambiente? Las palabras más comunes son "oscuridad", "decadencia", "resistencia","división" y "decadencia". ¿Alguien recuerda esos tiempos felices en los que en su ascenso, un exuberante y nada modesto Mark Zuckerberg comparaba a Facebook con el nacimiento de la imprenta, casi al grito de ¡Gutenberg cómete mis pantaloncillos"!? ¿Recuerdan ese discurso que hablaba de compartir y eliminar barreras?

Hoy parece que un potencial medio de comunicación se ha utilizado justamente para lo contrario: remarcar diferencias, sembrar discordia, crear conspiraciones y esparcir rumores. Y en estos momentos existe un pasmo colectivo y, por el momento, las alternativas no se ven muy alentadoras:

• Algunos han planteado la necesidad de que las redes sociales establezcan un mecanismo de revisión para controlar la publicación de información. El remedio puede ser peor que la enfermedad.
• Y como muestra de que no se puede confiar en las grandes empresas, ha trascendido que Facebook ha mostrado a las autoridades chinas un mecanismo que permite la censura de información de acuerdo a los criterios del Partido Comunista y la línea del Ministerio de la Información o como se llame. Necesitan desesperadamente del mercado chino para crecer y por lo visto son capaces de cualquier bajeza para entrar al mismo.
• También existe el riesgo de pedir algún tipo de regulación gubernamental, pero hay que recordar lo bien que funcionó eso en la Unión Soviética.