Vacuus Finium se extiende a Twitter, para comentarios espontáneos durante el día, me pueden encontrar en @vacuusfinium.

"La música ya no es algo que hacemos nosotros, o vemos a otras personas hacer enfrente de nosotros. Se ha convertido en medio virtual radical, un arte sin una cara. Cuando caminamos en una ciudad en un día ordinario, nuestros oídos van a escuchar música, prácticamente en cualquier esquina - líneas de bajo desde un automóvil que pasa, fragmentos de hip-hop saliendo de los audífonos de un adolescente en el tren subterráneo, el teléfono de un abogado con su timbre utilizando el "Himno a la alegría" de Beethoven- pero prácticamente ninguna será el resultado inmmediato del trabajo físico, ya sea de la voz o de las manos de un ser humano"

"Se podría preguntar a quién entretiene aún la música de entretenimiento. Mucho más parece ésta un complemento del enmudecimiento de los seres humanos, del fenecer del lenguaje como expresión, de la mera incapacidad de comunicarse. Habita en las oquedades del silencio que se construyen entre los seres humanos deformados por el miedo, el sistema y una sumisa docilidad"

adoquines, arracachos, asnejones, atropellaplatos, autómatas, babancos, barbitontos, besugos, bucéfalos, calzonudos, capirotes, cazurros, cebollinos, cenutrios, ceporros, cipotes, cretinos, cutamas, cutres, dundos, estultos, fatulos, fuñiques, gaznápiros, guanacos, lerdos, lesos, menguados, mentecatos, merluzos, molondros, nonecos, pavisosos, samarugos, tolondrones, zamacucos, zamarros, zolochos, zompos, zorecos y zorimbos. Hay una opinión más extensa en esta liga que contiene los insultos aceptados por la Real Academia de la Lengua Española. Gracias necesitaba sacar esto de mi pecho.

El formato MP3 es el resultado indirecto de la tecnología de grabación y reproducción de sonido utilizando tecnología digital, que tuvo su manifestación a nivel consumidor con el disco compacto. Utilizando los mismos principios, un grupo de trabajo (Motion Pictures Experts Group MPEG) de la industria de entretenimiento, desarrolló un formato compacto para facilitar que sus afiliados intercambiaran bocetos y conceptos utilizando correo electrónico. Recibió la sencilla nomenclatura de MPEG3 y se popularizó con su apócope de MP3. Esto ocurrió al inicio de la década de los años noventa.

Muy pronto el formato MP3 fue adoptado por los usuarios de computadoras personales más astutos, quienes empezaron a hacer copias de sus discos compactos para tenerlos en los discos duros de su computadoras. La calidad de la reproducción era horrible, pero a final de cuentas la comodidad de tener todo en la computadora convenció a una gran mayoría de estos pioneros.

Inicialmente los usuarios hacían copias de sus colecciones privadas, y aunque evidentemente existía intercambio de archivos entre amigos, a final de cuentas eran grupos pequeños y alguien había pagado por el original que estaba siendo copiado. Adicionalmente las herramientas para hacer este proceso dejaban fuera a una gran grupo de usuarios con conocimientos computacionales básicos. En ese momento la industria discográfica estaba viviendo en el clímax de sus tiempos de vacas gordas, ya que los discos compactos se estaban vendiendo mejor que el pan caliente. Estaban demasiado distraídos contando dólares como para preocuparse por unos cuantos usuarios. En retrospectiva, ya hay algunos que piensan que debieron haber pactado cuando se podía.

Evidentemente los campus universitarios eran un caldo de cultivo ideal para que el uso de MP3 se extendiera, ya que al final los estudiantes viven, en su gran mayoría, con presupuestos muy estrechos. La creencia de la industria discográfica era que una vez que se graduaran, esos estudiantes regresarían al redil y buscarían los formatos con mayor calidad en la reproducción, como habían hecho las generaciones anteriores.

Y justamente en un dormitorio universitario, los creadores de Napster tuvieron su "momento eureka": decidieron hacer una página web que permitiera que los usuarios anónimos compartieran sus archivos MP3. Con una especie de red social muy primitiva, se permitió que la posibilidad de propagación de un archivos creciera de forma exponencial.

Si antes había que conocer a la persona que tenía el disco o a alguien que tuviera una copia, hoy en día en un medio totalmente público se podía conseguir una pieza musical, sin siquiera tener que decir "hola". Que las obras musicales estén protegidas por las leyes de derechos de autor, fue un hecho que nunca cruzó por la mente de sus creadores, que a final de cuentas eran estudiantes de Ingeniería.

Napster tuvo el efecto de llevar los archivos MP3 a las masas y facilitar de su utilización, y pronto surgieron los primeros reproductores portátiles especializados. Como ya es historia conocida, Steve Jobs creo el iPod y el ecosistema iTunes. Todos ya conocemos los siguientes episodios de esta historia.

Napster finalmente tuvo un duro camino de litigación y legalización, que convirtió a sus fundadores en millonarios y la compañía y marca existieron durante mucho tiempo. Sean Parker fue el mentor de un joven Mark Zuckerberg y por tanto tuvo un rol muy importante en el nacimiento de Facebook. Relacionado con MP3 y Facebook, ¿cómo le hace para dormir en la noche?

Como nota histórica, la evolución de la tecnología relacionada a la grabación y reproducción del sonido siempre tuvo como principio rector buscar una reproducción lo más cercana a la realidad. Se busca en la grabación de una orquesta recrear el impacto de la sala de concierto, o la claridad de las teclas del piano, e inclusive la respiración de los cantantes.

"Escucha. El sentimiento más grande que jamás tuve en mi vida- con la ropa puesta- fue cuando escuché por primera vez a Diz  y a Bird  juntos en St. Louis Missouri en 1944. Tenía dieciocho años y me acababa de graduar de la escuela secundaria Lincoln"

¿Cuáles han sido las secuelas de Napster y la reproducción musical con archivos MP3?

Segundo Acto: ¿Hay otra oportunidad para la reproducción de música de alta calidad?

"Me sentenciaron a veinte años de aburrimiento/ por tratar de cambiar el sistema desde adentro/Estoy llegando ahora, estoy llegando a recompensarlos/Primero tomaremos Manhattan, después tomaremos Berlín"

"First we'll take Manhattan" de Leonard Cohen

A primera vista parece que los estándares tecnológicos en la tecnología de reproducción digital de contenido musical ya están definidos y como prueba deben existir billones de archivos MP3 en el mundo.

Desde este punto de vista, el esfuerzo de Neil Young y su reproductor Pono, parece más una carga heroica e idealista en contra de  molinos de viento. Hay una base instalada de billones de archivos y una extendida cultura de no pago, que son el principal obstáculo para que el reproductor Pono tenga un éxito masivo. Vamos Apple no tiene que perder el sueño sobre el futuro cercano de los iPod.

Sin embargo la irrupción del modelo del streaming abre la oportunidad de utilizar formatos digitales de alta resolución de una forma relativamente inofensiva para la base de usuarios, ya que no existe ningún "castigo" por utilizar un mayor ancho de banda.

También la tecnología necesaria para reproducir estos nuevos formatos está disponible prácticamente para todos los presupuestos:

Los innovaciones en la tecnología digital y de comunicaciones ha tenido un impacto en la comercialización del contenido musical, sin importar géneros ni geografía. Sin embargo no hay que confundirse, ya que si bien es cierto que la parte referente al negocio y a la monetización está sufriendo una profunda transformación, la actividad de creación sigue ocurriendo. A final de cuentas, más allá de discusiones de piratería, tecnología y otros detalles, en estos momentos hay millones de aspirantes practicando con sus instrumentos, miles de interpretaciones y es una buena causa para no perder el optimismo.

El principio de neutralidad de la red está bajo ataque por parte de los intereses de los grandes consorcios prestadores de servicios de comunicación. Y esta semana, lamentablemente se anotaron un tanto a favor, ya que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de los Estados Unidos, publicó principios rectores que en términos prácticos aniquila la neutralidad de la red y abre el paso para la creación de un Internet rápido de cuota y un Internet lento. Este hecho hay que revisarlo con calma, pero es el tema de conversación en este fin de semana en el mundillo tecnológico.

En cierta forma da cierta ternura la actitud de los entes reguladores del gobierno francés, que piensan que con la fuerza de sus leyes, pueden detener el cambio tecnológico. Ya escribí como buscan crear una ley que obligue a Apple a que todos los desarrolladores de aplicaciones franceses reciban un pago justo por su trabajo. También buscan limitar el ascenso de servicios como Uber con reglas artificiales.

La última hazaña de los camaradas, es establecer la prohibición para que los trabajadores franceses revisen correo electrónico o reciban llamadas relacionadas con su empleo en sus teléfonos móviles después de las seis de la tarde. Me parece que llegan algo tarde, ya que el mundo de los negocios se ha convertido en una arena global que funciona 24 horas durante 7 días a la semana. Esto no va a cambiar tan fácil.

La recomendación de hoy es la grabación "Live in Stockholm 1963" del cuarteto clásico del saxofonista John Coltrane. Como lo dice su nombre, el disco presenta una actuación en directo de un grupo que en esa época era el referente de las innovaciones del jazz de esa época, con Coltrane extendiendo la improvisación a niveles no explorados con anterioridad. En los últimos años de su vida esta exploración tomo caminos muy difíciles y lo alejó de una buena parte de sus seguidores y se considera que en ese momento el jazz dejó de ser la música más popular del mundo.

Sin embargo la noche del 22 de octubre de 1963, el cuarteto presentó un concierto inolvidable y es muy recomendable para aquellos que quieren explorar caminos menos convencionales del jazz. En lo personal es el disco que detonó mi adicción por este tipo de música.

En el glorioso año de Nuestro Señor de 1989 todavía existían múltiples tiendas de discos en la ciudad de México y la principal mercancía ofertada eran discos de vinil. Por alguna razón que me es desconocida, la discográfica local Peerless licenció una serie de grabaciones de grandes jazzistas, Thelonius Monk, Coltrane, Charles Mingus, Gato Barbieri, y las ofreció a precios bajos. 

Un afortunado sábado que fui a comprar discos, me encontré con esta sorpresa en la tienda y aunque en esa época no escuchaba yo jazz, decidí comprar la serie completa para explorar y aprender. Grande fue mi sorpresa cuando escuché los discos esa tarde, en especial la grabación de Coltrane. Sentí que se me había abierto un nuevo mundo, y la escuché varias veces seguidas, después de lo cual quedé contagiado.

Las interpretaciones de este concierto se pueden conseguir en iTunes, como parte de una colección que agrupa varias presentaciones de Coltrane en Europa entre 1961 y 1964.