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sábado, 23 de junio de 2012

El nacionalismo rabioso no fomenta la innovación tecnológica

Vacuus Finium se extiende a Twitter, para comentarios espontáneos durante el día, me pueden seguir en @vacuusfinium.


"El nacionalismo, merece exquisito desprecio"
José Ortega y Gasset

No era el simple anuncio de una computadora tablet para las masas, realmente el ministro indio de Desarrollo de Recursos Humanos (¿en serio hay un ministerio de eso?), estaba hablando de una gesta de independencia que pretendía darle una lección a occidente y establecer de una buena vez por todas a India como una potencia tecnológica, no solo a nivel global sino a nivel galáctico.

El anuncio en realidad era dramático, India iba a emplear su portentosa reserva de ingenieros en desarrollar una tablet de muy bajo costo, para dotar de estos dispositivos a millones de estudiantes de ese país, que inclusive  tienen problemas en tener libros de texto convencionales. La promesa no era poca cosa, ya que el dispositivo iba a tener un precio de 35 dólares, después de una subvención del gobierno, y estaría disponible en 60 dólares en el mercado abierto. El ministro habló de que se estaba produciendo un parteaguas en la historia. Nada más le faltó decir "Chúpate esta Apple", pero afortunadamente mantuvo el decoro esperado en un dignatario de su talla.

¿Tiene la India elementos necesarios para fabricar ese dispositivo? Un ministro que está hablando hacia la Historia, evidentemente no tiene tiempo para andar verificando detalles menores. Nunca hay que dejar que la realidad interrumpa una bonita historia.

Nadie puede negar que la India produce millones de ingenieros de muy alto nivel y que tiene una fuerza laboral educada y que habla inglés (bueno eso dicen) que ha creado en ese país una industria de outsourcing de calidad mundial. El único problema es que India no tiene una industria de manufactura local de dispositivos electrónicos y la gran mayoría de sus ingenieros están dedicados al software. Insisto nunca hay que dejar que la realidad interrumpa una bonita historia.

¿En que terminó este anuncio? Esta pregunta se la planteó la revista Fast Company y en su edición de julio contiene la historia de un reportero que viajó a India en busca del mítico dispositivo. En su periplo el periodista fue expulsado del campus del Instituto Indio de Tecnología en Rajashtan, tuvo una entrevista con el mencionado ministro que terminó después de la primera pregunta y jamás pudo ver un dispositivo funcionando. El halo de misterio que rodea el proyecto, no pudo ser traspasado, lo más que se llegó a conocer es que el fabricante entregó prototipos, todos fallidos. El mencionado dispositivo pudiera nunca existir.

¿Pueden fomentar los gobiernos la innovación tecnológica? Algunas reflexiones:


  • A muy simple vista, India tenía elementos que podían hacer exitosa su aventura. Un sistema educativo con capacidad de producir millones de recursos humanos con un elevado nivel académico es la respuesta. A final de la historia muchos de estos ingenieros participan en el diseño y desarrollo de estos productos en compañías multinacionales occidentales.
  • No dudo que este talento haya producido unos diseños en papel realmente notables y seguramente el software desarrollado también debe haber tenido muy alta calidad. Lamentablemente entre los diseños conceptuales y los productos hay un gran trecho por recorrer.
  • Sin duda desde el punto de vista discurso para las masas una tablet nacionalista suena formidable. En realidad hoy en día ningún país del mundo fabrica todos los elementos necesarios para construir una. En el caso del Ipad la pantalla táctil se produce en Taiwán, elementos esenciales para la batería se producen en Alemania y Japón, el cristal que protege la pantalla es norteamericano, la memoria flash se produce en Corea, pero hay diseño realizado en Israel. China colabora con la manufactura y los metales raros para las comunicaciones.
  • El precio objetivo de venta se fijo con criterios políticos que no guardan relación con la realidad del mercado y creo que la historia guarda una lección para los gobiernos a nivel mundial. El gobierno de la India ha realizado parte de su labor al crear un sistema educativo que produce graduados talentosos, pero sin duda pensó que los grandes productos se producen si hay un discurso adecuado.
  • Los gobiernos deben colaborar en la creación de un marco legal que favorezca la innovación tecnológica, tal como un sistema educativo de primer nivel, un marco jurídico adecuado y leyes sólidas de respeto a la propiedad intelectual. Después de eso, si estamos en tiempo de paz, simplemente la burocracia no puede suplantar a las fuerzas del mercado en el desarrollo de un producto viable.
  • Una tarea imposible de realizar llegó al desenlace esperado, la prometida tablet no existe y probablemente no existirá nunca. Será una historia más en la creación del mito de los países BRIC.

Esta historia en la India debe ser tomada como una advertencia por otros gobiernos, que están buscando llevar por decreto a sus países a los primeros planos de la innovación tecnológica. La lección es clara, toma generaciones y es necesario buscar especialización, tampoco hay forma de que ningún Ministerio de Desarrollo Tecnológico o similar que pueda reemplazar a las fuerzas del mercado. También los discursos que se hacen con una espada flamígera desenvainada deben quedar en los libros de historia.







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