La revista de fin de semana del NY Times incluye un reportaje, con un aire nostálgico, sobre los famosos Bell Laboratories y los grandes descubrimientos que hicieron. El punto central del reportaje es sobre el mecanismo de funcionamiento de estos laboratorios y la forma en que contribuyó a los grandes descubrimientos que ahí ocurrieron. La lista de inventos en los Bell Labs es impresionante: el transistor, la fibra óptica, los láser compactos, la digitalización de señales, el sistema operativo Unix entre los más publicitados.

Funcionando como el brazo de investigación y desarrollo de la telefónica AT&T, en sus años de monopolio absoluto, los Bell Labs crearon un ecosistema único que permitió la interacción entre científicos de varias disciplinas para resolver problemas muy complejos. De forma notable los Bell Labs también encontraron la forma de fabricar sus innovaciones, mismas que en muchos casos han producido la transformación económica de maneras muy difíciles de cuantificar. Como muestra creo que basta un botón: el transistor es un invento que ha transformado la historia de la humanidad y todavía hoy sus efectos transformadores en la economía no han terminado. 

Sin presiones competitivas que amenazaran su rentabilidad AT&T estaba en la posición de permitir que las investigaciones en sus laboratorios se desarrollaran sin presiones de tiempo y para efectos prácticos de presupuesto. La muy pertinente pregunta del NY Times, es si este tipo de lujo es posible para las grandes corporaciones tecnológicas de hoy, inmersas en un ambiente de hipercompetencia y el escrutinio despiadado de los mercados bursátiles. Su respuesta es un no rotundo, mismo con el que concuerdo pero considero que simplemente el mecanismo de innovación se ha transformado y se ha distribuido en varias entidades. También pienso que las cosas están mejor que nunca, desde el punto de vista innovación.

En primer lugar las universidades ocupan un lugar primordial en la investigación básica y podemos contar muchas universidades a nivel mundial con esta capacidad. En segundo lugar las grandes corporaciones tecnológicas tienen grandes laboratorios y realizan inversiones billonarias año con año para mantener sus investigaciones. Como dato curioso, IBM es la empresa a nivel mundial que más títulos de Ph.D. tiene en la nómina. Finalmente hay una red global de inversión de riesgo lista a apoyar a la investigación básica para convertirse en productos y lo mejor es que el asunto se ha convertido en una cuestión global, en donde si bien Estados Unidos todavía mantiene un liderazgo hay grupos notables de investigadores en Inglaterra, Alemania, Japón, Corea del Sur y algo están planeando los chinos, sirva como dato que al día de hoy existen aproximadamente ciento treinta mil estudiantes de esa nacionalidad en universidades de Estados Unidos y tengamos la seguridad que los mandaron a aprender como organizarse y no a robar el secreto de preparar hamburguesas.

Justamente creo que ese es el punto de nostalgia en el artículo del NY Times, añoran la época del señor feudal habilitado como mecenas, tiempo en que los Estados Unidos tenían el monopolio fáctico de la innovación tecnológica, aprovechando el impulso que recibió su industria después de la Segunda Guerra Mundial. El día de hoy, que hemos pasado del feudalismo al renacimiento, esta situación no existe más y sin duda los pensadores estratégicos de Estados Unidos ya están preocupados al ver que su país puede perder el primer lugar de innovación tecnológica en los siguientes veinte años. 

También entiendo que el artículo tenga cierta nostalgia por un ambiente de investigación interdisciplinario sin presiones de calendarios ni presupuestos. Pero en realidad no todo era tan idílico en los Bell Labs, si había proyectos cancelados y no todo era cordialidad y amabilidad entre los investigadores. Como dato curioso los Bell Labs también tienen la dudosa distinción de haber inventados los "virus informáticos", que fue un programa que creo un equipo de investigadores para molestar a otro y demostrarles quién sabía más.

La empresa que hoy en día está tomando este tipo de riesgos y tiene un ambiente de investigación libre y abierto  es Google, que tiene una división de "Proyectos X" con Sergei Brin al frente y que tienen campos de interés tan amplios como la creación de automóviles que se conducen solos, sistemas móviles de realidad aumentada ( piensen en lentes tipo Terminator), televisión restringida sin cable, investigación espacial y la lista es amplia.  Sin embargo estos proyectos son muy cuestionados por sus inversionistas y Larry Page ha eliminado decenas de este tipo de iniciativas desde que tomó la posición de CEO.

Postdata I Cambios en Vacuus Finium

En los próximos días se empezarán a notar algunos cambios en Vacuus Finium: