Vacuus Finium: Bill Gates rompe, a su pesar, el silencio

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Todo indica que se está terminando la luna de miel mediática que ha estado viviendo Microsoft, después del muy publicitado anuncio de sus tablets y la liberación de las versiones de evaluación de Windows 8.

En medio del humo mediático hubo algunos analistas que declararon a Microsoft como la compañía tecnológica más emocionante, y algunos hablaron de un regreso. Sin embargo, los análisis más serenos han empezado a encontrar inconsistencias en la oferta de Microsoft, y un par de semanas después la situación no se ve tan favorable.

Para mala suerte de Microsoft esta semana se producen tres noticias que indican que la buena racha de percepción mediática está llegando a su fin:

La edición de agosto de la revista Vanity Fair, va a incluir un reportaje de fondo sobre las prácticas gerenciales de Microsoft y de acuerdo al avance de prensa, la empresa no sale nada bien librada. El título por si mismo es descriptivo: "La década perdida: Al interior de los correos ejecutivos y la cultura caníbal que derrumbó a un gigante".
Hasta este momento ha circulado un avance y la verdad el artículo es demoledor para Microsoft, ya que a través de varias entrevistas y testimonios de refleja una cultura burocrática, cerrada que busca crear un culto alrededor de Windows. Pensar diferente es una mala práctica si se busca tener una larga carrera en Microsoft.
La parte publicada hasta ahora se centra en un sistema de evaluación de personal, que simplemente destruye el trabajo en equipo. De acuerdo al sistema de Microsoft, independientemente de los resultados de un grupo, debe haber un 20% de sobresalientes, un 70% de medios y un 10% de bajo rendimiento. La evaluación es opaca y se realiza por los gerentes de los grupos que trabajan juntos.
Llevo todo el día pensando que busca Microsoft con este tipo de evaluación, y la verdad no he podido llegar a una conclusión sensata. Lo que en realidad están obteniendo es un ambiente que no fomenta el trabajo en equipo, ya que todos compiten contra todos, y de aduladores. Todo indica que el viejo principio corporativo de que "todo lo que se arrastra tiende a subir" está vivo y coleando.
El gran perdedor, al menos en la parte conocida hasta ahora, es Steve Ballmer. El es el creador del esquema de evaluación de personal y el que toma las últimas decisiones alrededor de los productos.
El artículo se ve promisorio, el autor es ganador de premios, y aunque Vanity Fair no es exactamente el tipo de revista que me gusta, ya estaré reportando sobre el reportaje completo.
Por otra parte el Director de Relaciones Públicas de Microsoft, tuvo un pequeño desliz en Twitter, al burlarse de los productos que Google ha descontinuado. La reacción de la opinión pública fue brutal y le recordaron a Microsoft todos los muertos de su clóset y no son pocos. No hay que olvidar que esta misma semana Microsoft tuvo que reconocer una mala decisión que les costó 6.2 billones de dólares. Me quedo con la impresión de que en realidad en Redmond viven en una burbuja y tienen paranoia inversa: creen que todos los adoran.
Finalmente Bill Gates tuvo una aparición pública, en una entrevista para la televisión pública de Estados Unidos, y dio a conocer sus impresiones sobre la Ipad y el anuncio de las nuevas tablets de Microsoft.
En su estilo de revisionismo histórico, Bill Gates dijo que en realidad Microsoft inventó las tablets, pero que era una visión adelantada a su tiempo y que por eso no se pudieron construir. Cierto, pero la clave está en la incapacidad para materializar una visión.
Con tirabuzón tuvo que reconocer que el diseño de Ipad es superior a lo que había realizado Microsoft en el pasado. No tengo duda que varios fantasmas del pasado desfilaron por la mente de Bill Gates.
Finalmente, Bill Gates apoyó el golpe bajo que realizó Microsoft con sus fabricantes asociados en el lanzamiento de las tablets Surface. Según Bill Gates, hay espacio para ser fabricante y tener un ecosistema de asociados. El tiempo dirá que tan acertada es esta visión.

Algunas reflexiones:

Aunque en realidad Bill Gates nunca ha sido miembro del club de mis personajes favoritos, le reconozco que es un innovador. En cierta forma supo reconocer cuando retirarse y hoy en día está dedicado a una loable labor filantrópica a nivel global, y por tanto me parece que estuvo fuera de lugar que le preguntaran sobre las actividades de una compañía en la que ya no está involucrado en la operación diaria.
Alguna vez Bill Gates se burló públicamente del diseño de la computadora Next, que fue el siguiente proyecto de Steve Jobs a su salida de Apple. Visto en retrospectiva Next fue el laboratorio en el que se probaron varias ideas, que años después serían exitosas en el retorno a Apple. En particular la computadora Next tenía un diseño muy atrevido para su época, ya que era un cubo negro. Gates hizo muchos chistes acerca de patrocinar las latas de pintura negra para los usuarios inquietos de computadoras personales.
Next casi acaba con la fortuna personal de Jobs, pero a experiencia mostró ser invaluable con el tiempo. En contraparte Microsoft en realidad no han conocido un fracaso rotundo, ya que si bien el derrumbe de Vista fue una lección dolorosa, no lo resintieron en el balance. Este momento creo que es el primer encuentro de Microsoft con la adversidad y pudiera ser que no tengan muchas oportunidades para considerarlo una experiencia educativa. Windows pudiera ser el gran peso que hunda a Microsoft.
Me sorprende la ligereza con la que Bill Gates tomó la situación con los fabricantes asociados, en realidad destaca el poco aprecio que les tienen. Si en realidad Microsoft está buscando crear un ecosistema en el que ellos participan con productos de nicho complemento a los productos de sus asociados, ¿por qué mantuvieron en secreto el desarrollo de las Surface? ¿Por qué ningún asociado presentó algún modelo propio junto con Microsoft? Sigo sin entender las razones del comportamiento de Microsoft con sus asociados.
¿Qué decir de los elementos de la cultura corporativa de Microsoft que hoy se conocen? Creo que la soberbia del monopolio se trasladó al interior de la compañía. Microsoft piensa que los clientes estan obligados a comprarle, no se preocupa por el bienestar de sus empleados. Esto sin duda contrasta con otras compañías que requieren de la innovación para subsistir.

Sin duda son tiempos difíciles en Microsoft y a medida que pasan los días no se ve que sus acciones vayan de acuerdo a la exigencia de los tiempos. En 1995 Bill Gates reconoció el peligro que representaba Internet para Microsoft y realizó un dramático giro de timón, para adaptar la compañía a la nueva realidad. Este cambio fue exitoso y los mejores años de Microsoft llegaron después de esta crisis. En este momento la única pregunta posible es ¿dónde está el capitán?

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