Sin duda la noticia de la semana es la gran adquisición que hizo Facebook de la empresa para compartir fotografías en línea Instagram. Esta compañía no genera ingresos, pero son los propietarios de una muy popular aplicación para Iphone que permite compartir las fotografías con los amigos de forma inmediata y en movimiento. Como atractivo adicional ofrece una serie de "filtros" que permiten modificar la apariencia de las fotografías, por ejemplo dar una tonalidad sepia para que se vea antigua. Algo notable es que una aplicación pensada en teléfonos inteligentes y ambientes móviles, aunque de acuerdo a su presencia en Internet (www.instagr.am), su objetivo es poder compartir imágenes desde varias plataformas.

Hace menos de dos semanas Instagram anunció la versión de su aplicación para ambientes Android y literalmente incendió el ciberespacio, teniendo un promedio de descargas muy cercano al millón diario. De forma simultánea se conoció que Instagram había obtenido una ronda de financiamiento privado que la valuaba en 500 millones de dólares, es decir los conocidos tiburones de toda la vida ya habían olfateado sangre. Después de este anuncio solo se necesitaron 48 horas para que Facebook realizará la adquisición, por un billón de dólares.

Y después, arde Troya, literalmente el mundo de la tecnología se divide en dos bandos: los que consideran a esta adquisición como una muestra clara del genio de Mark Zuckerberg y los que ven claras muestras de una nueva burbuja especulativa en Internet y el desperdicio de un billón de dólares.

¿Qué se puede decir a favor?:

• Instagram desarrolló una plataforma para ambientes móviles, que es una de de las debilidades de Facebook, reconocida por ellos mismos. En el peor de los casos la adquisición les ayuda a acelerar sus planes internos de desarrollo.
• Las tendencias de adquisición de usuarios y en especial el tiempo que estos permanecían en el ambiente de Instagram mostraban una tendencia creciente. Esta tendencia era preocupante para Facebook, ya que el tiempo que cada usuario de Instagram utilice en esta propiedad es tiempo que no puede dedicar a la red social. La idea de un posible competidor con capacidad tecnológica para ambientes de movilidad, le quitó el sueño a Mark Zuckerberg y actúo con rapidez. 
• Esta rapidez en mi opinión es digna de elogio, ya que mostró que en Facebook existe una forma de tomar decisiones rápidas, justo lo que se necesita en ambientes de hipercompetencia. Sin embargo en Wall Street esta rapidez de disparo fue mal recibida, como mencionaré más adelante.
• De acuerdo a varios rumores esta maniobra fue defensiva, ante rumores del interés de Google y Twitter por adquirir Instagram y en cualquier caso hubiera sido una arma formidable. Simplemente Facebook mostró mayor agilidad y este debe ser un motivo de preocupación adicional para los competidores.
• La integración de ambas plataformas debe ser muy atractiva para los usuarios y van a existir más razones para estar mucho horas al día en Facebook y ese es un mensaje que se va a escuchar claro y fuerte con los anunciantes, el verdadero cliente de Facebook.

¿Qué se puede decir en contra?:

• ¿El poderoso Facebook con 3,000 empleados, 845 millones de usuarios y utilidades por un billón de dólares registrados tiembla ante una empresa de 13 empleados, 30 millones de usuarios registrados  y sin ingresos?
• ¿Se pagó el doble de la última valuación por alguna presión competitiva o le faltó frialdad al negociador en jefe? ¿Hay un plan claro de monetización de Instagram? Para poner las cosas en contexto un billón de dólares es más que suficiente para comprar el NY Times.
• La rapidez de ejecución omitió algunos pasos que debe realizar una empresa que está en un proceso de oferta pública inicial, tal como avisar al grupo de bancos que realizan el trámite antes de actuar. Los medios de comunicación de Wall Street han tratado la operación con el látigo de su sarcasmo. También hay comentarios sobre la toma unilateral de decisiones  por parte de Mark Zuckerberg, aquí nada más se puede decir que esa va a ser la marca de Facebook.
• ¿Se tomó en cuenta que al menos existen 10 empresas similares a Instagram en este momento? Un amable caballero me indicó por Twitter que Google cuenta con una propiedad similar llamada Picnick, conocida solo por algunos iniciados, es decir adquirir empresas no garantiza que se puede hacer algo útil con ellas.

¿Quién pierde y qué sigue?

• Sin duda el gran perdedor es Google, ya que si su prioridad se encuentra en el crecimiento de su red social Google+, dejó pasar una gran oportunidad de darle una inyección de adrenalina y mucha notoriedad. Esta semana se presentaron los resultados financieros de Google al primer semestre del año y las cifras de crecimiento de usuarios en Google+ han sido recibidas con mucho escepticismo.
• En este mismo reporte, aunque Google reflejó un crecimiento en ingresos y utilidades, el precio promedio de sus anuncios está en caída. Ya he comentado que Facebook y Google van en un choque frontal por el control del mercado publicitario, y solo uno va a salir victorioso. Aunque Google es 10 veces más grande que Facebook, en este momento se perciben vulnerables, por su débil presencia en redes sociales.
• Estas presiones competitivas pueden obligar a Google a considerar una adquisición de la red social Pinterest, que está creciendo como la espuma entre los usuarios. Sin embargo su precio también esta subiendo en proporción directa y ya esta semana se especuló que pudiera venderse en 5 billones de dólares. El hecho que no tenga ingresos, al parecer en tiempos de burbujas especulativas, es una mera anécdota. Es espeluznante la forma ligera con la que estamos manejando las cifras.
• Me parece que también perdemos los que no estamos interesados en unirnos a Facebook pero que eventualmente podríamos utilizar Instagram. En pocos meses va a ser imposible sin una cuenta Facebook.

Es muy pronto para dar un veredicto sobre la adquisición de Instagram, pero Facebook mostró temple y capacidad rápida de decisión. Como premio adicional, hicieron ver a su principal competidor como una empresa monolítica y reactiva. No es mala forma de empezar la disputa por el mercado publicitario y parece comprobarse la máxima sobre el poder de las imágenes.