Vacuus Finium: El comercio electrónico y su inoportuno impacto en la economía tradicional

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Con procesos electorales en diversos países del mundo, los economistas se encuentran revisando las cifras macroeconómicas buscando cualquier indicio de recuperación, para que los candidatos incumbentes puedan cacarear un huevo a los cuatro vientos. Sin embargo algo raro está pasando, ya que esta semana se publicaron las cifras correspondientes a la economía norteamericana y algo no le cuadra a los expertos:

Las cifras de crecimiento de consumo indican que hay una recuperación en ciernes, sin embargo el crecimiento del empleo en el sector de ventas minoristas ha decrecido, algo no funciona de acuerdo a los conceptos tradicionales.
Este crecimiento en el consumo se está realizando con presiones en el precio de la gasolina, una de las variables que son más delicadas para el consumidor norteamericano. Tradicionalmente a un mayor precio en los combustibles hay un descenso en el consumo y si el precio de la gasolina aumenta demasiado, la recesión aparece por la puerta. Algo no está funcionando igual que antes.
De hecho en el sector de consumo en restaurantes, el crecimiento en ingresos trae aparejado un crecimiento en los empleos. Hay una señal por ahí, de que existe un excedente en el ingreso para gasto discrecional.

Una nota del día de hoy, encuentra la responsabilidad en la disparidad de cifras en dos visitantes frecuentes de estas páginas: Amazon y Apple. Todo indica que el principal crecimiento de las ventas al detalle está siendo capturada por estos dos gigantes, es decir el ingreso excedente se está utilizando en comprar iPhones, iPads y el mundo físico se está convirtiendo en la sala de exhibición de Amazon. Algunas reflexiones:

Desde hace décadas siempre se consideró que las comunicaciones electrónicas impactarían en el consumo energético al facilitar el trabajo en casa, reducir los viajes. Al parecer estos beneficios ya se están reflejando en la economía.
De igual manera el comercio electrónico proporciona grandes ventajas al reducir los costos en la economía que genera la logística de distribución y el manejo de inventarios. Aunque Amazon es el líder del sector y está capturando la mayor parte de los ingresos.
Estos beneficios económicos normalmente hubieran sido aplaudidos y alabados como una muestra de la superioridad empresarial norteamericana, pero ahora es el peor momento para recibir estos beneficios. La recuperación económica no va a ser a la antigua.
Lamentablemente estas eficiencias tienen impacto directo en la economía tradicional y parte de los ahorros vienen de empleos que no son necesarios, pero que impactan a personas reales. La teoría económica tradicional dice que estos empleos deben de ubicarse en otros sectores de la economía, pero ni es tan cierto y por supuesto no ocurre a la velocidad que se requiere. No hay que olvidar que en el mediano plazo todos seremos calvos.
En épocas electorales es cuestión de tiempo que los legisladores tomen a las empresas de comercio electrónico como chivos expiatorios y se va a buscar algún tipo de medida al vapor. Es cierto que hoy en día el comercio electrónico cuenta con exención al impuesto sobre las ventas, cuando se trata de comercio interestatal y vaya que esta ventaja ayuda al consumidor ahorrativo. Amazon ha peleado activamente cualquier cambio a este estatus y actualmente tiene un trato con el estado de California para retrasar cualquier medida hasta 2013. Esto no va a aguantar mucho y Amazon va a estar en boca de los legisladores más temprano que tarde.
Apple ya había estado apagando su problema de relaciones públicas por la baja creación de empleos en Norteamerica y la "exportación" de los mismos a China. Van a regresar a los titulares corregidos y aumentados.

En realidad estamos siendo testigos de una transformación profunda de la economía, y en realidad la legislación al vapor no va a ayudar de mucho. No me extrañaría tampoco algún tipo de reacción visceral en contra de Amazon y sus similares. En los años de caída de la industria automotriz norteamericana ante la industria japonesa, se popularizó el lema "assholes drive imports", un lema del estilo "assholes purchase on Amazon" no resultaría sorprendente.

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