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El lunes 8 de abril, es el "gran día" para el nuevo teléfono inteligente Lumia 900, producido por el duo Microsoft-Nokia, ya que es su lanzamiento con bombo y platillo en el mercado de Estados Unidos. Este dispositivo es la gran esperanza de dos antiguos líderes de industria, que llevan ya algunos años viendo como su relevancia con los consumidores se está disolviendo. Tanto a Nokia como a Microsoft la revolución de los teléfonos inteligentes, y en especial la aparición del iPhone, los tomó mal preparados y simplemente son ahora participantes marginales en este rentable ( al menos por ahora) mercado.

Nokia se ha visto ampliamente superado por sus competidores tradicionales como Motorola y Samsung y literalmente arrasado por Apple. Microsoft se ha visto impotente para ver como los teléfonos inteligentes superan en número de unidades vendidas a las computadoras personales y ve como su estrategia de "Las 3 pantallas" se tambalea, ya que al menos la  pantalla correspondiente al dispositivo móvil la están perdiendo.

Ambas empresas firmaron un acuerdo de colaboración, cerrado con broche de oro por Microsoft con un pago de un billón de dólares y literalmente están apostando su futuro, bueno más Nokia, al resultado de esta alianza. La primera camada de productos está encabezada por el teléfono inteligente Lumia 900, supuestamente un producto dirigido a competir al tú por tú con iPhone y los teléfonos de Samsung. Este teléfono ya está disponible en Europa, donde ha pasado con más pena que gloria, y en un movimiento audaz se lanza ahora al principal mercado del mundo ( por valor económico): Estados Unidos de Norteamerica.

Mediante un acuerdo con AT&T, el Lumia 900 va a estar disponible al atractivo precio de 100 dólares, cuando se contrata en un período forzoso de 24 meses. Es evidente que el precio de 100 dólares tiene un fuerte subsidio de los fabricantes y creo adivinar que aquí se está utilizando una buena parte de la aportación de Microsoft. En adición hay un presupuesto para publicidad de 100 billones de dólares para apoyar este lanzamiento, mismo que va acompañado de un pago de 25 millones de dólares para AT&T para convertir al Lumia 900 en el teléfono estándar de su fuerza de trabajo. Paradojas de la vida, esos 25 millones se van a ir directo a la caja de Apple, como parte del pago billonario que hace AT&T cada mes para liquidar los iPhones vendidos con sus planes. Es evidente que tanto Nokia como Microsoft están apostando fuerte a este lanzamiento y lamento informar que al menos los primeros pasos no les auguran un futuro promisorio. Algunos hechos:

Algunas reflexiones:

Tanto Nokia como Microsoft enfrentan un serio desafío en el mercado de teléfonos inteligentes, y ambas necesitan una participación respetable para tener una oportunidad de crecimiento en el futuro. Si se considera lo que está en juego, resulta extraño que los primeros tiros hayan sido con resortera.