Se publica una nota donde se menciona una disminución del precio del dispositivo GoogleTV, fabricado por Logitech y lamentablemente para ellos no es por exceso de ventas. ¿Qué tiene de notable la disminución de precio de un gadget más en el mercado?

GoogleTV nace con la intención de ser el dispositivo que permitiera la convergencia de Internet y entretenimiento en los televisores comunes. En papel la idea es buena, hoy en día en las principales economías del mundo las personas dividen su tiempo navegando en Internet y viendo la televisión, de hecho cada vez es más común que las personas mezclen ambas actividades y disfruten su programa favorito, sin comerciales (y aquí empieza el problema), en algún portal. Luego pues, un dispositivo que facilite esta convergencia debería venderse como pan caliente.

Sin embargo en realidad las cosas han sido muy difíciles, ya que la oferta de contenido, legalmente hablando, es escasa, poco novedosa y de difícil acceso. Si bien es cierto, que sabiendo buscar se puede encontrar cualquier contenido en Internet, no es posible hacerlo de una forma fácil y metódica, como lo esperaría un usuario promedio de GoogleTV. Hay un número muy alto de devoluciones sinónimo de expectativas no cumplidas.

Aquí la pregunta es ¿por qué algunas de las mentes más brillantes trabajando en Internet han fracasado en este tema? La verdadera razón no es técnica si no más bien se encuentra en la avaricia de las compañías productoras y distribuidoras de contenido y su ejército de abogados.

• La verdadera razón radica en que Internet tiene el potencial para hacer una disrupción total de su modelo de negocio y si bien el valor económico final pudiera no ser menor, si implica la desaparición de muchos intermediarios y evidentemente estos van a pelear con uñas, dientes y muchos abogados.
• Para entender vamos a ver cual es la cadena de valor para una película producida por un estudio de Hollywood, considerando que para ellos cada eslabón en la cadena representa un ingreso y luego pues para ellos la única lógica consiste en agregar más eslabones y en el peor caso cambiar un eslabón por otro de igual o más valor. No sobra decir que cada eslabón representa para el consumidor un egreso, ya sea directo o indirecto. Directo si el dinero cambia de manos indirecto si se sufre algún tipo de molestia ( exceso de comerciales por ejemplo)
• La película se exhibe en cines. Normalmente el estudio distribuye y en la tarea de creación y distribución está la tajada del león. El dueño de la sala recibe un porcentaje de aproximadamente la mitad y espera recuperarse vendiendo palomitas y refrescos. Las salas cinematográficas son perdedoras en el modelo propuesto. Se publica una nota hoy que indica que en Estados Unidos las principales cadenas están aumentando precios y pagando dividendo más grandes con una disminución de inversiones, lo cual es un buen indicador de la poca confianza que tienen en el futuro.
• Después de su corrida en salas la película se exhibe un tiempo a través de canales de televisión restringida como pago por evento. El monto de este pago se distribuye entre el estudio y el canal. Dependiendo de la película es el precio por exhibición y no es lo mismo Harry Potter que Alfonso Zayas, aunque el incentivo para generar material de calidad no es muy evidente.
• Después la película entra a la programación de canales de televisión restringida dedicados a proyección de películas. Esta exhibición implica un pago al productor tomado del monto de la renta mensual.
• Los sistemas de televisión restringida se llevan una tajada nada despreciable y son los principales perdedores de una desintermediación en la industria del entretenimiento.
• Ahora aparece la peícula en DVD y su precio de venta implica un pago de vistas futuras traído a valor presente neto. El distribuidor del medio físico cobra un porcentaje y su futuro tampoco se ve muy promisorio, ya que si el contenido es accesible por la nube no hay lógica en tener un medio físico.
• La película ahora se termina exhibiendo en televisión abierta y el productor recibe un ingreso por cada vista tomado de los ingresos del canal por publicidad. La televisión abierta también puede perder ya que puede haber muchas fuentes para ver el mismo contenido con menos interrupciones.
• Después de esto hay ingresos por distribución en aviones o lugares públicos y otros casos especiales, que si bien no son menores, en el gran esquema de las cosas son marginales.
• Aquí cabe aclarar que si bien el consumidor a final de cuentas es el origen de todos los pagos, hay algunos que son ocultos (por ejemplo corrida en televisión comercial) y otros difíciles de cuantificar ( por ejemplo el impacto en el costo de la mensualidad de la televisión restringida). Si el productor quisiera ahora cobrarle el monto total es de suponer que no sería posible y la revuelta de los consumidores es difícil de imaginar.
• Como se puede ver la cadena de valor es grande y tiene mucho que defender. El cruce de intereses es también grande, ya que hay estudios que tienen sistemas de televisión restringida al igual que muchos proveedores de servicios de Internet de banda ancha. Los abogados de esta industria están más que listos para demandar a la primera provocación. Así hemos visto amas de casa y estudiantes universitarios demandados por miles de dólares. El aviso es muy claro: es imposible hacer algo relacionado con la industria del entretenimiento sin lidiar con sus abogados, como pueden atestiguar Netflix y Amazon con sus servicios de streaming.

Así pues GoogleTV pasará a la historia con más pena que gloria, ya que la plena convergencia televisión-entretenimiento-Internet está a muchos juicios de distancia y la verdad la brecha entre los protagonistas es muy amplia: por un lado los estudios quisieran cobrar hasta por pensar en los títulos de sus producciones y por otro a muchos consumidores ya les gustó el entretenimiento gratuito.