El día de hoy solo se puede comentar una nota, la renuncia que hace Steve Job como CEO de Apple, para concentrarse en su tratamiento por cáncer de páncreas. Aunque mantiene la posición de Presidente del Consejo, este anuncio constituye su alejamiento de las decisiones estratégicas de Apple y se mantiene en un rol más bien supervisor. Aunque el hecho estaba anunciado desde hace tiempo, no dejó de producir un gran impacto, ganando la mención en las páginas de Internet de los principales periódicos del mundo. Prácticamente es el tercer shock que recibe el mundo de la tecnología en dos semanas. El sucesor, el actual COO de Apple, es Tim Cook que ha pasado 13 años  junto a Jobs y se le puede considerar como el operador silencioso que ha permitido llevar a la realidad las extraordinarias ideas de Steve Jobs.  Y aunque el hecho asegura una transición sin mayores tempestades (Cook ha estado ya realizando estas tareas ante la ausencia de Jobs), la acción de Apple ha perdido el 5% de su valor en transacciones después del cierre de los mercados.

Los merecidos elogios no se han hecho esperar, y los términos "leyenda", "visionario", "innovador", y "genio" están a la orden del día y con justicia. Estamos ante el retiro de una de las personalidades más influyentes nacidas en el siglo XX y no tengo duda que su influencia se sentirá en muy buena parte del siglo XXI.

No me quiero extender en los detalles biográficos de Steve Jobs, ya que estoy seguro que la prensa normal se va a encargar de hacer extensivamente este recuento. Más bien quiero hacer algunas reflexiones en torno a Steve Jobs y lo que podemos esperar ahora que ya no va a estar al frente de Apple.

La intención de un joven Steve Jobs que funda Apple a los 21 años era "cambiar el mundo", el mayor tributo que se le puede hacer hoy es reconocer : Misión Cumplida ( y con creces)