Sin poder salir de su pesadilla de imagen pública y pérdida de suscriptores, se anuncia que Netflix decide dividirse en dos companías: Netflix continúa prestando los servicios de streaming y una nueva Qwikster (¿quién piensa los nombres?) se encarga de los servicios de renta de DVDs físicos por correo. Los pocos usuarios que mantienen los dos servicios, van a recibir sendos cargos mensuales en su estado de cuenta.

Si bien la prensa americana se ha rasgado las vestiduras sobre este cambio, en realidad no es gran cosa más allá de un esquema de control de daños y confirma la intención de Netflix de que el servicio que sea predominante en el futuro sea el de streaming. La intención también es, que ningún servicio afecte los resultados financieros del otro y castigue el precio de la acción. Nada del otro mundo, pero Netflix no puede dejar los titulares de prensa.

Ya metidos en el tren de pegarle a Netflix, se presenta hoy un comparativo entre las diferentes alternativas para rentar películas desde el hogar. Y el resultado no es sorprendente, si lo que se desea es tener películas de reciente estreno la alternativa está en los canales de televisión restringida, iTunes y la renta de DVDs, vía Blockbuster o los kioskos de RedBox, es decir los consentidos de los estudios hollywoodenses. 

Si lo que se desea es tener acceso a un acervo cinematográfico que no sea tan reciente las mejores alternativas son Netflix y Amazon Video, aunque este último cobra por película vista.

Desde el punto de vista precio, Netflix es la mejor opción por su modelo de "buffet" por ocho dólares al mes. En los otros casos el costo va de los 5 dólares por película en los sistemas de cable  (más la renta mensual) a un dólar por la renta de una noche de un DVD del kiosco de Redbox.

Insisto, a pesar de su traspié en relaciones pública, el modelo de Netfix es muy poderoso y va a terminar imponiéndose, más temprano que tarde.